Kavala a 29 de febrero de 2020
Hemos dormido como dos niños pequeños sólo
nos ha molestado el típico “makarra” haciendo trompos a las 2 de la madrugada
luego hasta las 9,30h no nos hemos enterado. Hemos preparado el desayuno y
después de desayunar y recoger un poco nos hemos ido a buscar un sitio dónde
nos imprimirían el visado para Turquía.
Al salir del aparcamiento nos han pedido
que cambiásemos de ubicación la Jomer1 ya que preveían que iban a tener mucha
gente.
Hace un día estupendo fresquito pero
soleado. Hemos preguntado al jefe del aparcamiento por un sitio de imprimir
documentos. Nos ha indicado uno cercano a dónde estamos y que está detrás de un
hotel en medio del puerto. Hemos ido y le hemos explicado lo que queríamos (jode
qué nivel de inglés tenemos) nos ha entendido a la primera y enseguida salíamos
con los visados en un papel.
Estábamos cerca de la oficina de turismo y
queríamos un poco de información para ver hoy en Kavala. Nos ha preguntado de
dónde éramos. Le hemos dicho que vascos y enseguida nos ha dicho que lo conocía
y no como la mayoría de la gente por el fútbol sino por las playas y las casas
rurales de Euskal Herria.
Nos ha dado información y enseguida nos
hemos puesto a recorrer todo lo que estaba marcado. Cómo siempre
nuestra primera pregunta es, ¿dónde está el mercado? Parecía que no nos entendía,
pero al final nos lo ha indicado. Según hemos salido era la primera calle al
fondo, allí nos hemos dirigido.
El edificio es más propio de una empresa
que de un mercado y feo como “pegarle a un padre”.
La planta baja estaba ocupada por las pescaderías,
pero sólo una estaba abierta. En la primera planta había varias fruterías y de
cosas a granel, chinos y mezcla de todo un poco. Ahí se ha acabado el mercado.
Hemos salido un poco tristes porque daba un poco pena. Dice Mertxe que los precios
eran baratos en comparación. Una otana de pan de ½ kg nos ha costado
90centimos. Al final lo más caro es la bebida o el alternar en los bares dónde
una triste caña te cuesta 5 euros.
En dirección al Castillo han comenzado las
cuestas. Jode, está arriba pero muy arriba. Nos ha costado 35 minutos
subir.
Una vez arriba las vistas son espectaculares y al entrar al
Castillo nos hemos dado cuenta que no había mucho que ver. Hemos recorrido el
itinerario que nos han dado y sacado un montón de fotos que esperemos que os
gusten.
Había una armería donde estaban las bolas
de los cañones preparadas para su
Bajando hacia
el puerto hemos visto como han descubierto lo que antiguamente era una
Mezquita.
También hemos visto una idea que muchos han tenido y es que con
las antiguas botas de monte se pueden hacer unos tiestos muy bonitos Lo
siguiente que hemos visto ha sido el antiguo Faro
de la ciudad y al lado había un camino que nos hemos atrevido a seguir sin
saber dónde nos llevaba pero que tenía toda la pinta de acabar en el puerto
como así ha sido.
Siguiendo la dirección al
pasar por el puerto había gente con bolsas de plástico rosa. Eso para nosotros
y en el este de Europa quiere decir que hay mercadillo semanal por algún sitio.
Después de unas vueltas por las cercanías del puerto ahí estaba el mercadillo.
Frutas, verduras y especias por un lado y en el otro
como nosotros decimos, bragas y calzoncillos. Especial ha sido ver muchos
puestos de telas, pero nos han parecido muy antiguas con especial las de
encaje. Parada segura en un puesto de queso. ¿Como siempre cuál? Había uno que
solemos comprar con la misma forma y que es de cabra, luego lo probaremos y ya
diremos. Antes de volver a la Jomer1 a comer hemos parado a tomar un “pote”.
Una caña de barril y un blanco total 10 euracos. Nos vamos a comer y a
descansar un rato luego daremos otra vuelta.
Después de comer hemos estado un buen rato tranquilos
ya que a la mañana nos hemos hecho 8km. Todo está más tranquilo ya que el
parking dónde estamos a la mañana estaba a tope y a las 18h estaba casi vacío
como ayer.
Hemos dado una vuelta por el otro lado del puerto que
ésta mañana no hemos visto. No hay mucho que ver ya que no hay restaurantes ni
nada así que nos hemos vuelto donde estábamos. Hemos tomado una cerveza y dado
otro largo paseo. Todo está muerto no hay nadie en las calles y los
restaurantes a las 20h están vacíos. Hacen el mismo horario de comidas que los
franceses y para las 18,30h la poca gente estaba cenando. Luego ha desaparecido
todo el mundo y en vez de sábado parecía un domingo a la tarde.
Bueno pues nosotros también nos vamos a casita, hace
rasca y mañana queremos madrugar un poco para salir hacia Turquía. Esperamos
contaros cosas buenas de la frontera, pero ya veremos.
Agur eta ondo ibili. ¡¡¡Y no deis guerra
mangarranes!!!
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