Amasra a 1
de julio de 2020
Hoy hemos pasado
la noche más tranquila desde hace unos cuantos días. No había prácticamente
nadie cerca nadie más que la Jandarma por eso confiábamos en que no hubiese
demasiado ruido. La Jandarma es la policía pero que a su vez son militares y la
gente les tiene respeto por no decir algo más gordo. Hemos salido en dirección
a Cide donde queríamos despedirnos de Meryem y Rasim antes de irnos de Turquía.
El camino a
sido muy pesado ya que además de ser interior las carreteras eran “infumables”
la mayor parte del tiempo.
Lo mejor eran los paisajes de montaña que hemos
tenido a lo largo de todo el recorrido, pero eso implica un sube-baja
constante.
Por fin
hemos llegado a Cide y nos extrañaba que Meryem no nos haya contestado al
mensaje que le habíamos dejado, pero estábamos tranquilos ya que en cuanto lo
leyese nos escribiría. Lo primero hemos buscado un Migros ya que teníamos que
comprar varias cosas que nos hacían falta. Hemos ido al mismo de la otra vez y
que ya tenemos controlado. Hemos salido cargados y nos hemos metido al parking
de la playa. Nos hemos dado un baño y cuando llegábamos a la Jomer1 han
aparecido Meryem y Rasim.
Les hemos
ofrecido un té o cerveza, pero con gestos Rasim nos a dicho que nos vistiésemos
que nos iban a llevar a comer a un sitio de una conocida que prepara muy bien
las “albóndigas crudas”. Yo he pensado, con “lo poco que me gustan” pero quiero
probarlas antes de decir nada. Hemos llegado y han hablado con la señora. Nos
hemos sentado y Rasim se ha levantado para traernos la bebida habitual de la
comida de los turcos. Es una especie de yogurt líquido que está muy bueno y
fresco. Nos han traído la comida y tiene pinta de ser un durum con carne picada,
tomate y lechuga. Está muy bueno y aunque pica un poco nos ha gustado.
Hemos estado
hablando por medio del traductor ya que ellos no saben nada de inglés y
nosotros nada de turco. Al final nos hemos entendido y al acabar Rasim nos ha
preguntado si éramos de café o té. Le hemos dicho que nos gustan las dos cosas
así que hemos ido a una cafetería y cada uno a elegido lo que a querido. Ellos
son más de café y nosotros, aunque parezca mentira hemos pedido té. Meryem nos
dice que tenemos que venir a Turquía el año que viene, pero para quedarnos en
Cide que ya “habéis dado muchas vueltas y así podemos estar juntos”. Les hemos
dicho que si se plantean ir de viaje que pincen que nosotros les podemos alojar
en nuestra casa y eso que se ahorran. Ella nos a dicho que de momento no pueden
hacer ese viaje pero que el tiempo lo dirá. Son una pareja increíble y parece
que nos conocemos de toda la vida. Hemos acabado el té y nos hemos despedido no
sin antes darnos un beso y prometer que seguiremos en contacto con ellos. Nos
da mucha pena, pero ellos tienen que trabajar y a nosotros se nos acaban los
días en su país.
Hemos
recogido todo ya que antes cuando han venido hemos dejado todo como estaba y
hemos salido dejando todo “patas arriba”. Después hemos salido del parking y
dirigido hacia la salida de Cide pero a medio camino y en un lateral de la
calle estaba Meryem con una bolsa en la mano. No podíamos parar ya que no hay
aceras y venían coches detrás. Hemos parado en medio de la carretera con el
consiguiente bocinazo turco. Le a dado la bolsa a Mertxe y nos a lanzado un
beso y nos a dicho adiós. Casi se nos saltan las lágrimas.
Dentro de la bolsa
había un típico pañuelo turco con muchos colores y unas monedas cosidas en los
laterales. Vamos a investigar que significado tiene el pañuelo.
Hemos
continuado el camino hasta Amasra que es el sitio donde vamos a dormir. La
carretera si antes era mala ahora es malísima con unas cuestas increíbles y
constantes curvas que hacía imposible coger un poco de velocidad para que
pareciese que avanzábamos. Han sido más o menos 50km, pero nos ha costado
1h15mn. Además, nos hemos hecho unas risas ya que hoy a sido un día muy raro
con las vacas las hemos visto en la carretera de 3 formas distintas, transportadas,
¡¡esperando al autobús y en dirección contraria por la autovía!!
Hemos llegado
a Amasra y ya sabíamos que camino había que hacer para llegar al parking. Al
llegar nos hemos preparado para salir a dar un paseo. Yo quería comprar cebo
para pescar, bueno para pasar el rato ya que pescar son palabras mayores.
Todavía no hemos visto un pez en el Mar Negro.
Nos hemos
sentado a tomar una cerveza y hemos aprovechado a sacar una foto de la bahía
para enviársela a Onur que es de aquí y así nos hacemos unas risas. La cerveza
va a tu salud Onur eres un tío fantástico.
Hemos vuelto
a casa y he ido un rato a pescar, pero como ya os hemos dicho nada de nada. Ha
venido Mertxe para decirme que ya era hora que estaba anocheciendo y que
teníamos que preparar la cena así que “donde manda capitán no manda marinero”
hemos vuelto a casa.
Mañana será
otro día, portaros bien y no deis guerra, ¡manguis!
No hay comentarios:
Publicar un comentario