martes, 21 de julio de 2020



Garmisch-Partenkirchen a 21 de julio de 2020



Hoy queríamos madrugar para intentar evitar el “mogollón” que vimos ayer aquí. Nos hemos despertado después de una noche tranquila. Hay un dicho que se puede aplicar a lo que a pasado hoy, “amanece un día precioso ya verás como viene alguien y lo estropea”. Pues sí, parece que unos alemanes tenían prisa y a las 5,15h han comenzado a meter ruido. A mi que los niños lloren no me importa, pero si el que un imbécil chille a esas horas porque su hijo llora. ¡¡Iban con una furgo y eso es sinónimo de puerta corredera que al cerrar……plum!! pues no las hemos contado, pero han cerrado “la mierda de puerta” 5 veces mínimo, qué majos! A partir de entonces dormir ya a sido imposible y a las 7,30h nos hemos levantado. Queríamos madrugar, pero no tanto. Hemos cogido txamarros ya que nos habían comentado que los llevásemos ya que si no acabas como una sopa. Nos hemos puesto en camino y para cogerlo hay que atravesar por medio del estadio de trampolines. Al pasar y mirar hacia arriba el trampolín grande se ve imponente y se pone la “carne de gallina”.
Hemos comenzado la subida que al principio es suave pero después las piernas se resienten. Llevamos mucha “caña” y aunque hay ratos que notamos que estamos bien el cansancio se nota. 

Hemos llegado a la taquilla y después de pasar nos hemos puesto los txamarros y la mascarilla ya que preveíamos que iba a ver más gente, pero al final prácticamente hemos ido solos.
Lo primero que te encuentras es un túnel de unos 25m excavado en la roca.

 Al salir del túnel el ruido que produce el agua es ensordecedor eso que lleva menos de la mitad de agua que hace meses ya que se ven las marcas de hasta donde sube el río. 


La velocidad del agua es espectacular y el color blanco de las rocas le da un color verde apagado muy bonito.


Hemos seguido el camino que va continuo por lo que excavaron en la roca y sólo algunos momentos te puedes acercar al río con la separación de un barandado de madera.


 No es tan largo como otras que hemos visto pero tiene un encanto especial que lo hace muy bonito ya que al ir por debajo de la roca le da un aspecto más abrupto.


Dicen que en algunas zonas tiene más de 80m de profundidad. Desde luego te dan ganas de saltar con algo que flote y hacer el recorrido por el agua. Tiene 700m de longitud y aunque parece más largo creo que es porque todo el recorrido es en subida constante.


Hemos salido al otro lado de la garganta y después de quitarnos el txamarro hemos mirado hacia donde se dirigía la gente. Hay un camino que baja un poco y se va junto al río. El otro se ve como sube por la ladera de la montaña. 

Hemos descartado el río ya que va directo a la zona del estadio de trampolines y todavía es pronto para bajar así que hemos seguido a una pareja joven que a comenzado a subir por la ladera. El camino es una parte escaleras y otro sendero, una escalera y otro sendero. Hemos comenzado a subir y nos mirábamos como preguntándonos si habíamos acertado con la decisión. La subida es muy empinada y las escaleras la hacen más incómoda, pero hemos continuado eso sí con unas cuantas paradas. Han sido 35 minutos sin una zona llana. Hemos parado varias veces, pero al ver que la pareja de jóvenes también paraba nos servía de animo para “tirar” para arriba.
Cuando ya creíamos que era la última cuesta nos hemos dado cuenta que todavía quedaba un buen rato de subida hasta lo que sí era el final. Lo que sí es cierto es que cuando hemos llegado arriba la vista que teníamos era espectacular y mitigaba un poco el cansancio.


Hemos parado a descansar un rato mientras veíamos prados y bosques verdes preciosos. Hemos dejado atrás a gente que a comenzado la subida antes que nosotros y eso nos a animado a subir otro tramo hasta un restaurante que nos a recordado a la fonda de Urbía. ¡En un cartel con forma de ciervo ponía claramente, Alpentapas!.
Un poco más adelante había otro cartel anunciador de otro restaurante ya que es zona de pistas de esquí y nos hemos animado a hacer los 750m que marcaba. La subida ya no era tan pronunciada y aunque se notaba el cansancio hemos podido llegar hasta ella.
Hemos seguido el camino y casi detr.as de la pareja joven.


 Un poco más adelante nos hemos encontrado con la Capilla de Vordergrasek la más pequeña que hemos visto en nuestra vida. No entran 3 personas a la vez. Hemos sacado unas fotos y hemos encontrado el camino para iniciar la bajada.
Es una pista de cemento rallado nos imaginamos que para cuando nieva puedan subir los coches, pero con la pendiente que tiene lo veo un poco difícil.


 Hemos bajado muy despacio para que no vuelva a pasar lo de Suiza que Mertxe perdió las uñas de los dedos gordos. Se a hecho muy largo, pero hemos llegado abajo sin problemas y sin dolor en los pies. Hemos llegado a donde se entra a la garganta y girar a la derecha para volver por el camino por donde hemos subido. Parecía que venía una romería por la cantidad de personas que se dirigían hacia la garganta. No quiero imaginar como tiene que ser el recorrido de la garganta con ese montón de personas, pero me imagino que complicado para sacar una foto tranquilo.
Hemos llegado a la Jomer1 y aunque muy cansados hemos visto que somos capaces de volver a andar por el monte y que, si volvemos a hacerlo regularmente, mejor. Me daba un poco de miedo el pasarme con el esfuerzo, pero hemos visto que aguanto bien y que cuando lleguemos a casa habrá que preguntar a los cardiólogos por el informe de este día.


Hemos recogido todo y nos hemos puesto en camino de nuestro siguiente destino. Vamos a Múnich. No nos va a costar mucho llegar porque sólo hay 58km. Vamos directos al área de autocaravanas que hay en el Allianz Arena, el campo de fútbol del Bayern de Múnich.
Hemos llegado muy tranquilos. Hay que decir que los conductores alemanes son muy estrictos con los límites de velocidad y si pone a 40km/h van a esa velocidad sí o sí. Nosotros que somos unos burros no somos capaces de hacerlo, pero aquí no nos queda más remedio.
Cuando hemos llegado había unas 10 autocaravanas, pero el área es enorme y hay mucho sitio. Hemos buscado un sitio y nos hemos conectado a la luz. Después de un rato han venido unos alemanes que se han puesto en el otro lado de la parcela en el sitio contrario al nuestro. Las parcelas son grandes y si hace falta se pueden poner las autocaravanas de tres en tres, pero hoy sobra sitio y nos hemos puesto de dos en dos. El parking seguía medio vacío, pero a llegado otro alemán y en vez de ponerse en una de las parcelas vacía se a puesto entre nosotros y los otros alemanes. ¡Hemos pensado que se dará cuenta y se irá a otro sitio, pues no! Al bajarse de la autocaravana el otro alemán le a dicho algo, pero no le a hecho ni caso y se a quedado ahí. Este tipo es tonto, a estos les llaman los “huelepedos” porque por mucho sitio que haya siempre tienen que estar al lado de alguien y bien pegados. Nos hemos movido porque casi no podíamos abrir las ventanas, Mertxe no me a dejado decirle cuatro cosas, ¡imbécil!
Mañana comenzaremos a ver Múnich, pero si vemos que hay mucha gente lo más seguro es que veamos lo principal y nos marchemos. Hay mucha gente por todos los sitios y eso no es bueno.
Bueno mañana será otro día así que portaros bien y no deis guerra, manguis!!

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