Of a 27 de
junio de 2020
Hoy era el primer día de confinamiento por los exámenes de acceso a la universidad que se
celebran en todo Turquía y que en las zonas más castigadas por el coronavirus
lo realizan a modo de prevención. Tenemos que estar en casa desde las 9h de la
mañana hasta las 15h. Hemos aprovechado para hacer cosas que vas dejando y que
al final se acumulan. Limpieza de fotos repaso de relatos, limpieza de la casa…etc.
Se nos a
hecho bastante largo, pero no queda más remedio si es por el bien de todos. No
se ha visto a nadie y parece que aquí respetan más que en el sur donde la
sangre es más caliente y también hay que decirlo el coronavirus ha dado menos
problemas.
Hemos comido
y después de recoger todo nos hemos puesto en camino del Lago Uzungöl que era
nuestro primer destino. Teníamos unos 100km y hemos pasado por zonas de
plantaciones de té que se ven como si serían escaleras.
Estamos en la zona donde
se produce el mejor té de Turquía. El día estaba nublado y según subíamos hacia
el lago se a convertido en un “sirimiri” que no a parado hasta que hemos
llegado arriba del lago. En el camino hemos tenido un buen susto ya que en una
curva cerrada nos hemos encontrado con un perro tumbado en medio de la
carretera. Aquí en Turquía los perros no tienen dueño y todo el mundo los
cuida. El 95% son mastines y tiene un tamaño “importante”. No me a dado tiempo
a esquivarlo y he intentado pasarle por encima sin pisarle. Lo he conseguido,
pero se a llevado algún golpe ya que cuando hemos parado estaba en un lado de
la carretera sentado. Le hemos llamado y ha venido hacia nosotros sin síntomas
de tener nada grave. La Jomer1 aparentemente no ha sufrido tampoco ningún daño,
ya veremos porque más que un perro era un caballo. Hemos subido a la Jomer1 y
hemos seguido en dirección al lago.
Al llegar
arriba hemos podido comprobar que el lago y el sitio es precioso, pero lo han
recargado de hoteles, apartamentos y pensiones. Hemos ido al parking marcado y luego
hemos ido a dar un paseo por los alrededores. El cielo estaba negro amenazando
lluvia. Al final hemos dado la vuelta completa al lago no sin antes mojarnos ya
que a comenzado a llover fuerte cuando nos quedaba una cuarta parte del lago
para llegar a casa y sin paraguas.
Hemos
llegado y después de cambiarnos ya que estábamos empapados hemos pensado que
allí no pintábamos nada ya que además del mal tiempo todo está muy triste ya
que no para de llover y todo está cerrado. Hemos decidido irnos en dirección al
Monasterio de Sumela.
Después de
bajar el puerto hemos cogido la carretera en dirección a Transzorb donde 5km
antes de llegar a la ciudad hay un cruce que tenemos que seguir para llegar al
Monasterio.
Después de
una carretera tortuosa hemos llegado a las faldas del Monasterio y nos hemos
encontrado que está cerrado por obras.
Nuestra frustración a sido grande ya que
habíamos apostado por llegar al Monasterio pasar la noche y mañana quedarnos
aquí durante el confinamiento. Lo teníamos ahí y no podíamos ir a visitarlo.
Bajaba una
furgoneta que a parado a pocos metros de nosotros y le hemos preguntado a un
chico por el Monasterio. Nos a dicho que están arreglándolo y que es
imposible visitarlo pero que hoy era de los pocos días que no hay nubes bajas y
que desde un lugar muy concreto lo podíamos ver en la distancia. Nos a cogido
del brazo haciéndonos una señal de que le siguiésemos. Ha abierto una puerta hecha
con tablas y estábamos dentro, en la obra. A unos 100m se a parado y al
darnos la vuelta hemos podido ver una magnífica imagen del Monasterio que, aunque
de lejos por lo menos lo hemos visto.
Ha sido un “palo”
fuerte y no el único ya que Okan nos había contado que hay un pueblo que se
dedica en exclusiva a hacer cuchillos con los mangos del rosal. Nos hemos dado
cuenta que nos habíamos pasado 40km y que si queríamos verlo teníamos que
volver a deshacer lo andado así que sin pérdida de tiempo nos hemos dado la
vuelta y hemos salido en dirección a Sürmene. Cuando hemos llegado hemos
comprobado que estaba cerrado y que lo dejaríamos para mañana así que ahora
tocaba buscar un buen sitio para pasar la noche y mañana todo el día. Al final
hemos decidido volver a Of al mismo sitio donde hemos estado esta noche y que
sabíamos seguro que estaríamos bien. Hemos llegado avanzada la noche, pero
tranquilos porque sabemos que estamos en un buen sitio.
Este a sido
el día corto en horas, pero muy intenso en acontecimientos. Además, se me
olvidaba que cuando bajábamos del Monasterio nos hemos encontrado un
Furgón-autobús aparcado en el lateral de la carretera y había como unas 25
personas bailando típicos bailes turcos que nos han alegrado un poco el mal sabor
de boca que nos había dejado el Monasterio.
Han bailado en corro, de uno en uno
y por parejas le enviaré los videos a Okan para que nos cuente que danzas son. Nos
han preguntado de dónde éramos y después de explicarles que nosotros también
bailamos danzas autóctonas nos hemos despedido de ellos. ¡¡¡Se me están
acabando los adjetivos para esta gente!!!
¡¡Ser buenos
y formales y no deis guerra, mangarranes!!
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